Estábamos de vacaciones, en Londres concretamente. Hacía frío, y llovía pero bajo ese plumas, ese jersey, esa camisa polar y esa camisa interior, apenas sentía la leve lluvia sobre mi frío cuerpo. Era de noche, lo más probable era que fuesen las diez o las once, pero no podía asegurarlo con certeza pues no contaba con reloj en mano. No obstante había aprendido a calcular esas cosas.sen las diez o las once, pero no podía asegurarlo con certeza pues no contaba con reloj en mano. No obstante había aprendido a calcular esas cosas.
De vez en cuando un aire automotriz rozaba mi rostro, cubriéndome de aire congelado que provocaba el apretar de mis dientes y trataba de pensar en otras cosas. El cielo estaba tan negro, tan impenetrable en su inmensidad y cubierto de estrellas demasiado gélidas y yo aquí, abajo, congelándome por el brillo de estas. Fue entonces, cuando me encontraba bajo ese cielo lleno de estrellas de la abarrotada ciudad de Londres cuando lo ví todo claro.
El cielo formaba figuras, imágenes, estaba tratando de decirme algo, algo importante. Fue entonces cuando las estrellas se empezaron a mover, de un lado a otro, corriendo, parecían tener prisa.
Estaban formando una especie de pera ligeramente inclinada hacia la izquierda, no lo veía del todo hasta que las nubes decidieron ayudarme, y moverse también, esta vez había formado algo mágico, el Paisley.
Y es que dicen que el inconsciente esta ahí aunque no lo veas, el equipo Legx habíamos viajado a Londres para inspirarnos y coger ideas para Nueva Colección Primavera-Verano’15. Fue entonces cuando actuó en inconsciente, Paulo Coelho suele decir que cuando realmente quieres algo, todo el universo conspira para que logres tu deseo.
Y fue así como nació Paisley, uno de nuestros leggings más demandados actualmente. Y todo, gracias a las estrellas.
Os debo una.